Se trata del funcionario Carlos Romero, quien llegó el domingo a la representación diplomática. Gendarmes custodian el edificio.
Mientras las protestan y la violencia se adueñan de las calles de Bolivia, la embajada argentina en ese país mantiene desde este domingo como refugiado al ministro de gobierno de Evo Morales, Carlos Romero.
Es posible que ante la solicitud de los renunciados funcionarios bolivianos, la Argentina pueda recibir más asilados en el edificio. Aunque el presidente Mauricio Macri negó que se lo hubiera ofrecido a Morales. En contraste, México ofreció darle asilo a veinte miembros en su embajada en La Paz.
La sede diplomática nacional está ubicada en la capital al mando del embajador Normando Álvarez García, quien recibe refuerzos de la Gendarmería enviados por el Ministerio de Seguridad para custodiar el lugar. Trabajan allí seis funcionarios argentinos y veinticinco empleados locales.
“No hubo un golpe como estamos acostumbrados… fue una interrupción del orden constitucional, pero en base a la gran conmoción social”, dijo el embajador argentino entrevistado este lunes por radio La Red.
El presidente electo Alberto Fernández sostuvo tras la dimisión de Morales que en Bolivia se consumó un golpe de Estado. Y lanzó un tuit atacando a la administración Macri. “Me tranquiliza ver que en el oficialismo hay gente con la dignidad democrática de la que otros carecen“, siguió.
